martes, 9 de noviembre de 2010

Diálogos con Dubi. (Primera parte)

-Hoy estoy muy contento, mira la verdad no sé si hemos tomado los caminos correctos para estar hasta donde estamos. Lo que sé, es que de alguna u otra  manera yo quería que estuvieras en mi vida. No importa,  qué papel deberías de jugar, pero si sé que quería que estuvieras en ella.
-Estoy convencida de que yo también quería que estuvieras en mi vida. No sé en qué forma te quedaras, pero no quería que desaparecieras de ella.
-Es chistoso. Mira la situación en la que estamos ahora. Estamos  aquí sentados, interesados cada uno en la vida del otro, involucrándonos sin querer, estando presentes en esos momentos importantes aunque no seamos los coprotagonistas de estas cosas que nos suceden. ¿Qué dices?
-Es  de locura. Todo el tiempo que estuve contigo me imaginaba un futuro distinto al de hoy, te veía ahí en cada escena importante de mi vida, en la boda, en los hijos, en los proyectos exitosos, en los viajes, qué te puedo decir, miles de veces me veía a tu lado ,disfrutando de todo eso hermoso que nos pasaba.
-Lo has estado, bueno no estuve en tu boda ya que era algo que no  nos incumbía, pero en todo lo demás creo que he estado ahí y tú has estado ahí.
-Sí, lo más curioso es que ahora que recuerdo mis pensamientos, no sé si realmente eras tú quien estaba a mi lado acompañándome, sin duda te veía en mis pensamientos, pero no sé si al lado mío.
-Supongo que no, de haber sido, lo estaría. En cierta forma yo imaginaba algo similar. Te imaginaba en mi vida sin duda. No sé cómo vaya a sonar esto, pero te amo. Te amo, sin duda a la que llama la gente de relación, de pareja, pues no. Más bien lo describiría como ese amor de convivencia, de necesidad, de unión… ¡ah! la verdad es que no sé cómo definirlo, espero me logres entender y tampoco quiero que veas esto como una declaración de amor, porque está claro que no lo es. Créeme, no lo haría así.
-Aunque lo dudes si te entiendo, porque yo también te amo, es de este amor raro que puedes sentir por alguien, que no es adecuado, mucho menos correcto si llegáramos a externarlo, pero es que sabes, amarte como lo hago ahora, ya no es ese amor pasional u obsesivo que pude sentir por ti, es más bien ese que sentirías por un hermano sin que lo fueras y sin que yo quisiera que lo fueras, porque entonces lo convertiría en algo más tierno, pero tampoco es el amor que se le da a un amigo por que va más allá, no eres solo un amigo, yo no te veo así, pero tampoco te veo como un posible sustituto de padre de mi hijos (ríe).
-Sí, creo que captaste lo que intentaba decirte, es así como me siento, mujercita. Te amo, gracias por no apartarte de mi vida. Puede que no lo creas pero cambiaste muchas cosas en mi, más de las que hubiera querido. Eso me ha ayudado en mi matrimonio, realmente no sé cómo pudiste soportarme, soy tan malditamente honesto, cínico a más no poder y mi ironía no se diga. Tú que siempre has sido tan dulce y aunque sé que no eres tolerante, conmigo lo fuiste ¿Por qué?
-Te lo dije en su momento y te lo digo ahora. Te amo, es la razón suficiente, me encantas siempre lo harás, hoy estoy conociendo tu lado más sensible. Esa mujer ha hecho milagros, creo que la amas, creo que ella es la mujer.
-Es la mujer, por supuesto que lo es. Tu le avanzaste el trayecto y luego pues sacaron esto de mi, que se reusaba a salir. ¿Cómo has cambiado a tu esposo?
-No lo he cambiado, nunca cambiaría a nadie.
-Conmigo lo hiciste.
-No lo  hice.
-Lo iniciaste.
-Te repito ni tú mujer ni yo te cambiamos, solo dimos vuelta a la página, cambiamos el lado de la moneda, pasamos de una cara a otra del dado. Sigues siendo tú, eso que eres ahora, siempre lo has sido, solo que no te dabas cuenta cuántas personas viven dentro de ti. Cambiar a alguien es pedirle que sea noble cuando en su corazón nunca ha existido tal virtud.
-Me convences.
-No quiero hacerlo. Solo manifiesto mi pensamiento.
-Entonces mujercita ¿tu vida hasta ahora se ha conducido como querías?
-Lo ha hecho, digo yo hubiera seguido otro camino, la vida me llevo por este, pero sin duda era donde yo quería llegar, mi familia y mi trabajo son sensacionales.
 ¿La tuya? Realmente nunca pensé que lo harías, creí que no te era indispensable, que eso no era parte de ti.
-Te refieres a qué me casara.
-A eso mismo.
-Nunca había sido mi idea, hasta que cierta mujercita, me lo dijera una vez, la verdad para mí eso no era necesario, pero luego lo fue.
-Bueno, al menos alguien te atrapo.
-¿Te hubiera gustado atraparme?
-Ya hablamos los dos de eso, creo que nos quedo clarísimo lo que sentimos o lo que pudimos llegar a sentir. Pero también es cierto que viví más de un año contigo y nunca lo pensaste.
-Pues déjame decirte que pudiste haber sido tú.
-¿De qué hablas?
-De que después de que dijeras: sí a Venezuela, el siguiente paso era pedirte matrimonio, no me preguntes cuándo ni cómo, no lo tenía muy claro, no sabía cómo hacerlo, pero sabía que quería hacerlo, pero igual no me había hecho muchas ilusiones, te veía a ti diciendo no a Venezuela y supuse que era mejor distanciarnos.
-¿Distanciarnos? por no ir a Venezuela
-No volvamos a lo mismo, hemos avanzado bastante y esos puntos ya quedaron claros. Pero si fuiste tú con la primera que pensé en matrimonio.
-Ahora debo decirte que me siento tranquila, creí que no había sido especial para ti.
-¡Que tonta eres! ¿Cómo no ibas a ser especial en mi vida? Es lo más ridículo que haya oído. En qué mundo vives, qué lenguaje hablas, no te ha bastado lo que hemos hablado, dejarte también significo que fuiste especial, que lo eres, dejarte hacer tu vida como debe ser es amarte, sinónimo de lo especial que eres en mi vida.


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