martes, 22 de marzo de 2011

Lo que sea...

Encontrándome motivada desde ayer me he puesto a escribir, motivada por algunos textos leídos y crisis existenciales, más de las que quisiera en un solo momento.
Pensé que quizá no deberíamos de sufrir ni angustiarnos tanto, hay tantas cosas que nos rodean, tantos pensamientos que cruzan en nuestra mente a cada instante. Tantos, que a veces no sabemos que hacer con ellos. Queremos soluciones rápidas, seguras y con un final feliz, pero resulta que entre más pensamos menos llegan a nuestra cabeza.
Hoy me siento especialmente confundida y con un par de sentimientos en mi interior.
Creyendo que todo ha pasado y pasará. Confiando en que lo vivido es correcto y se demostrará. Descubriendo las verdaderas cosas que valen en la vida y las que se irán.
Sabiendo que los recuerdos nunca fueron eternos ni exactos. Y que la esperanza de vivir modifica lo que vendrá. Aprendiendo que las desilusiones te hacen grande y que la sobrestima te puede tumbar. Que cuando el interés se pierde es porque alguien dejo que se fuera. Que la culpa no existe, pero la responsabilidad si. Que amar nunca ha sido suficiente. Y que tarde o temprano te cansas de esperar.
Filosofando, me he detenido un rato en imaginar, en soñar y también a meditar.
A veces damos más de lo que quisiéramos y recibimos menos de lo que esperamos. Lamentablemente la vida no se acaba, pero nosotros si.  Hay momentos que no viviremos, pero otros si. A veces perderemos el tiempo y con ello lo especial. No alcanzaremos a ver todo lo que el mundo tiene para darnos, si nos seguimos creyendo tan pequeños y no merecedores de verlo. Viviremos lo impensable para darnos cuenta de lo que somos capaces. Seremos lo que no somos, para darnos cuenta de quien si somos. Desaprovecharemos lo importante, para reconocer que lo era. Ganaremos de vez en cuando para sentir que no todo esta perdido y que siempre se puede ganar. No deberíamos de amar nunca a nadie mas de lo que nos amamos a nosotros mismos. La falsedad es como el neón en la oscuridad, pero la verdad es como todo el sol en un salón. La mejor aventura es descubrirte a ti mismo, conocer cada una de las facetas que puedes llegar a ser. Cuando hemos llegado al fin, ya no hay inicio.

Y cuando se va la inspiración es mejor dejar de escribir….

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