viernes, 2 de septiembre de 2011

¿Este es un Hola o un Adiós?

De cuando no queremos esperar y entre mayor sea la espera, mayor debiera ser lo esperado, o ¿no?

Las despedidas y bienvenidas son una constante en nuestra vida, que ya ni siquiera nos damos cuenta que una persona o cualquier cosa entra o sale, ni la gente percibe que hemos entrado o salido de su vida.

Andamos por ahí dando Holas y Adioses, recibiendo Holas y Adioses que nos les damos su valor de existir,  sobretodo a los Holas, sufrimos tanto un Adiós ya sea recibido o entregado, pero nunca nadie percibe los Holas hasta mucho después.

A veces esos Holas son sin previo aviso, otros son premeditados o con un poco de alevosía. Un Hola siempre te alegra el momento, puede ser efímero o duradero, a veces son simples otras veces complejos,  en ocasiones nos gustan otras no tanto,  hay unos regalados, otros robados, ganados, inmerecidos, aburridos, compartidos, suficientes, aceptados,  seguros, perfectos, cruzados o maldichos.

Sin lugar a dudas los Holas y Adioses cambian nuestra vida para bien o para mal, los esperemos o no, bien pueden ser una oportunidad, y existe gente que esta entre constantes despedidas quizá para desprenderse de cosas que no lo dejan avanzar, en caso contrario suele ver personas que se rodean de bienvenidas quizá deban empezar a enriquecerse de los demás.

Lo que si es inminente, es que si hay un Hola, habrá un Adiós. Con un Adiós contiguo vendrá un Hola.

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