lunes, 18 de octubre de 2010

Corazón de pera.

Hablar de amor para muchos representa el motor de nuestras vidas, aquello que bombea vida o que sin él no podríamos vivir. Lo que convierte al amor en algo fuerte, en algo valioso, en algo indispensable para vivir.
Pero si en vez de amor, a estas frases les pongo el sustantivo corazón, ¿no funcionan igual? El corazón es el motor de nuestras vidas, es aquello que bombea vida y sin él no podríamos vivir.
Aplica igual, lo que convierte, de igual manera al corazón en algo fuerte, valioso, indispensable para nuestras vidas.
Cuánta relación y aplicabilidad existe para ambas palabras, por este sencillo ejercicio podemos suponer que mucha y  tal vez sea por eso que hasta nuestros días mantengan una fuerte conexión, sobre todo si nos referirnos a términos poéticos.
Ya que  le adjudicamos al corazón, este sentimiento que es el amor, pues cuántas veces no hemos escuchado, sin tú amor, mi corazón está roto, con tu desamor has quebrado mi corazón, por culpa de ese amor mi corazón está hecho pedazos.
Lo cierto es que éstas son ideas  absurdas, porque no puedes romper el corazón de una persona y que este siga viviendo para contarte, mucho menos hacer pedazos un corazón y que siga bombeando la sangre necesaria para articular palabra, pero también un sin fin de veces he escuchado que el amor, yace en el corazón, lo que podría volverlo creíble, a excepción de la pregunta ¿cómo es que un sentimiento, puede habitar en un órgano en forma de pera?, lo que me lleva a más que responder esa pregunta, formularme otra  ¿entonces, el amor tendrá forma de pera? Y es que si están tan relacionados como hemos visto probablemente sí y digo probable porque, sé como es el corazón, sé que bombea el líquido que nos mantiene vivos: la sangre, además de que late a un promedio de 70 veces por minuto en estado de reposo y que mide 12,5 centímetros de longitud y pesa aproximadamente 450 gramos. Pero ahora que recapacito, nunca había pensado cómo es el amor, nunca he visto un libro que me diga, así es el amor, mide y pesa esto.
Por lo que me resulta gracioso pensar que el amor podría parecer una pera, que ese sentimiento que todos sienten, que expresan, del cual tanto hablan y presumen, al cual le adjudican tantas cosas bellas pueda tener esa forma pero si la ligan tan a menudo con el corazón tal vez sea posible.

En realidad no sabremos a ciencia cierta si el amor y el corazón esta unidos, no hay manera de comprobarlo, al menos yo no lo haré, tampoco habrá manera de mostrarte si el amor parece una pera, lo único indiscutible y comprobable es que el corazón, de pera si tiene forma.

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