lunes, 18 de octubre de 2010

Amar la vida.

Una vez escuche, ¿para qué vivir?

Muchos responderán ante este cuestionamiento, ¿cómo que para qué vivir? Pues es lógico. Y es por eso que de nuevo pregunto ¿Para qué vivir? Se  supone que todo ser humano tiene un motivo para vivir, lo importante es identificar ese motivo.
Si tú ya tienes ese motivo, felicidades, estás en un excelente camino para amar la vida. ¿Cómo es amar la vida? Cada persona la amará de manera diferente, sin embargo habrá similitudes, pues al final de cuentas se hará la misma acción, amar, pero me atrevo a decir, que amar la vida es verla de frente, es voltear a verla, es no darle la espalda, quiero decir es no ignorarla.

Dije que amar la vida es verla de frente. La pregunta lógica es ¿cómo es ver la vida de frente? Centrando la atención en aquello que vale la pena, estar en el presente, aprovechar lo que tienes, sacar de tu vida lo que no te hace bien, es ser feliz, cosas como éstas, siento que es ver la vida de frente. Casi siempre, a la mayoría de las personas nos resulta más fácil voltearle la cara a la vida, preferimos darle importancia a todo aquello que nos daña, nos quedamos anclados en el pasado con cosas, personas, momentos, estamos más atentos a todo aquello que no tenemos, a lo que pudimos haber sido, hasta donde pudimos haber llegado, decidimos enojarnos, amárganos, entristecernos por todo eso y más, incluso por aquello que ni es de nuestra incumbencia, también por ello nos frustramos, nos gusta mucho sufrir y que nos vean que lo hacemos y que tan desdichados somos por eso.

Creerás que amar la vida solo le resulta fácil a aquellas personas que son muy afortunadas o suertudas, o es fácil ver la vida de frente tan solo para aquellos que son muy talentosos o habilidosos en algo, también casi puedo escuchar a cientos de personas decir que amar la vida  es sencilla para aquellos que tienen mucho dinero, o para aquellos que no les hace falta nada, es sencillo para quienes no han perdido un ser querido.
Lo cierto es que amar la vida es igual y tan sencillo para todos. No te digo que al hacerlo es porque nunca has sufrido ni sufrirás, o que nunca estarás enojado o enfadado, o que alguien no te lastimará, todo esto pasará porque eso es parte de vivir, solo es cuestión de aprender a ver la vida ante el dolor, como dijo alguien “el dolor es inevitable, pero el sufrir es opcional”.  Amar la vida es vivir todas estas cosas que no nos gustan, que nos lastiman, pero  amando la vida las viviremos de una manera diferente. Lo importante es voltear a ver la vida, pero hacerlo de verdad, mirarla, observarla de frente, vivirla.

Para muchas personas, el respirar es vivir y tienen razón, pero ¿respiras vida? O solo respiras porque tienes que hacerlo. Estar vivos ya es una gran señal de que algo bueno vendrá. Sin embargo, hay personas que solo sobreviven en su día a día y no viven. Me refiero a que comen porque si no se mueren de hambre, duermen porque si no se mueren de sueño, trabajan porque tienen que hacerlo, estas personas sólo están sobreviviendo otras 24 horas más y está bien, porque tal vez tengan un motivo para sobrevivir, pero no para vivir.
Vivir es eso, sentirlo, disfrutarlo, saborearlo, olerlo, sufrirlo, verlo, tomarlo, gozarlo, llorarlo, desearlo, amarlo.

El hecho de que hoy hayas amanecido y puedas leer esto, ya es una buena razón para amar la vida, para vivirla. Hoy hay gente que no amaneció, o que padece alguna discapacidad y no puede ver esto, al menos esto ya te pone en ventaja con muchas personas, por si pensabas que este día no valía la pena.
La vida es increíble, sólo es cuestión de voltear a verla, pues está en todas partes, en los rayos del sol, en una flor, en la lluvia, en los animalitos a tu alrededor, en cada persona, la vida está en ti.

Ahora, de nuevo te pregunto ¿para qué vivir?

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